“Dio
Dios al hombre un rostro vuelto hacia el cielo”
Ovidio
Ovidio
DE
DIOS
-Dios
gravita en el universo, se da en la naturaleza y piensa en el hombre.
-Mientras
no aprendamos a descubrir a Dios en todas las cosas, no le habremos conocido
verdaderamente.
-Aunque
Dios está presente en todas las cosas y todas las cosas contienen a Dios, su
verdadera naturaleza está más allá de todas las cosas.
-Dios está en ti y está en
mí y aunque tú y yo estemos en Dios, no somos Dios.
-Aunque
Dios esté fuera de ti, para encontrarlo, deberás entrar en ti.
-La
alegría y la risa nos dan el perfume de Dios, mas, las lagrimas y el dolor, nos
revelan su verdadera presencia.
-No hay
otro templo para adorar a Dios que la naturaleza, ni otro idioma para hablarle
que el silencio.
-Aunque
se ha dicho que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, personificarlo, es
empequeñecerlo.
-Las
lágrimas son el mejor colirio para ver a Dios.
-Generalmente
buscamos a Dios en las alturas y casi nunca, dentro de nosotros mismos.
-La
conciencia, son los ojos de Dios en el individuo.
-Las
únicas Leyes elaboradas por Dios, son las que rigen el Universo.
-Las
Leyes de Dios, están contenidas en el Código de la Naturaleza.
-Las
únicas piedras con que tropieza Dios en la evolución, las pone el hombre.
DEL
AMOR
-Dentro
del verdadero amor no caben consignas de otra naturaleza, que no sean de la
misma clase de amor.
-El
amor no es la excepción en las obras de Dios, por lo tanto, nace, crece, vive o
muere; en los seres está darle vida o muerte.
-El
amor es una flor que brota en el alma; el buen jardinero la goza, el mal
jardinero la mata.
-El
amor es el espíritu de Dios en el mundo.
-El
amor, cuando es sincero, es la más hermosa manifestación, que pone luz, en las
vulgaridades de la carne.
-La
idealidad de un amor hermoso se desvanece, cuando ya no hay cuidado en poner
música en las palabras y suavidad en las caricias que se regalan.
-El
verdadero amor termina, donde comienza la tenacidad.-La naturaleza, en su prodigalidad, nos da la pauta del verdadero amor.
-El
único camino que conduce hacia el amor, es el mismo amor, la cosa está en
saberlo distinguir de la tenacidad, del amor propio y del interés; el verdadero
amor no está contenido en estas manifestaciones.
-El
verdadero amor, desairado, se aleja en silencio; el falso amor, el de los
propios intereses, exige, suplica y se aferra, como la yedra sobre los muros.
-Retirarse
en silencio, tras una derrota de amor, es la consigna del que ama
verdaderamente.
-Cuando
amamos, nuestra materia se sensibiliza y nos hace más aptos para comprender a
Dios.
-El
amor es la única cosa que podría limar las asperezas del mundo.
-Amar
verdaderamente resulta difícil, tan difícil, como desprenderse del egoísmo en
todos sus aspectos.
-Amar
significa ser justo en todas las ocasiones y para ser justo verdaderamente,
muchas veces hay que obrar contra sí mismo.
-El
verdadero amor está muy distante de los vulgares placeres; los subyuga y los
emplea únicamente, en su propio engrandecimiento.
-En el
verdadero amor casi nada falta; amar con sinceridad es comprender y la
compresión todo lo proporciona.
-Las
lisonjas y las palabras hermosas, sin amor, son un adorno, con él, una
necesidad.
DE LAS
VIRTUDES
-Recta
percepción y claro razonamiento despiertan las fuerzas morales; mantenerlas, es
la verdadera sabiduría.
-La
bondad y la abnegación, si no son sinceras, no pasan de ser una momentánea
largueza o una soberbia resignación.
-Hay un
idioma muy fácil de aprender, pero difícil de practicar: el silencio.
-Despertar
la moral es vivir en armonía con Dios y gozar con todo derecho, de la plenitud
y atributos que la misma confiere.
-La fe
sin razonamientos, es un sentimiento romántico; la verdadera fe proviene del
profundo conocimiento de causas. Creer o esperar algo a ciegas, acusa una
marcada pereza mental.
-De
todos los obsequios que podríamos recibir, ninguno nos sería tan provechoso
como una buena amistad pero, como es un obsequio caro, casi nunca lo recibimos.
-La
mansedumbre en el individuo es la silenciosa expresión del alma noble. No debe
confundirse con la cobardía; esta se manifiesta en una mezquina aceptación y
aquella, en generosa comprensión.
-Si
pudiéramos autocalificarnos, todos seríamos buenos.
-Hay
dos clases de resignación: la que se acepta por miedo a la lucha y la que se
acepta por filosófica reflexión; por la primera, pierde el hombre sus
posibilidades de triunfo y por la última,
se prepara en silencio para una oportunidad mejor.-La paciencia es la virtud, madre de las otras virtudes; sin ella no es posible ninguna realización.
-Por mucho que se estudie, por mucho que se trabaje, si no somos pacientes, nada podremos hacer por los demás, ni por nosotros mismos.
-Pacientemente
la Naturaleza realiza su obra y pacientemente, es como el hombre puede
imitarla.
-La
serenidad es el mejor abono, con el cual, todo crece, florece y fructifica.
-No hay
mayor virtud, que la virtud de tener virtudes, ni mayor aún, que la virtud de
reconocer las virtudes ajenas.
-La
honestidad, sencillez, sinceridad y benevolencia, son virtudes que han pasado
al desuso… tan viejas son, sin embargo, lucirlas, es vestirse mejor.
-La prudencia
es la primera manifestación de la
sabiduría.
-La
prudencia es la única fuerza que domina al bruto.Elvira Luisa Rodríguez Araujo
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