sibilinas

Sibilinas es una colección de pensamientos de la autora no publicados hasta ahora, y en los cuales se descubren sus creencias y afectos

SIBILINAS
Elvira Rodríguez Araujo
 
 


“Dio Dios al hombre un rostro vuelto hacia el cielo”
Ovidio


DE DIOS
-Dios gravita en el universo, se da en la naturaleza y piensa en el hombre.

-Mientras no aprendamos a descubrir a Dios en todas las cosas, no le habremos conocido verdaderamente.

-Aunque Dios está presente en todas las cosas y todas las cosas contienen a Dios, su verdadera naturaleza está más allá de todas las cosas.

-Dios está en ti y está en mí y aunque tú y yo estemos en Dios, no somos Dios.
-Si algún día quisieras echar a Dios fuera de ti, te echarías a ti mismo; más, Dios se quedaría dentro de ti.

-Aunque Dios esté fuera de ti, para encontrarlo, deberás entrar en ti.
-La alegría y la risa nos dan el perfume de Dios, mas, las lagrimas y el dolor, nos revelan su verdadera presencia.

-No hay otro templo para adorar a Dios que la naturaleza, ni otro idioma para hablarle que el silencio.
-Aunque se ha dicho que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, personificarlo, es empequeñecerlo.

-Las lágrimas son el mejor colirio para ver a Dios.
-Generalmente buscamos a Dios en las alturas y casi nunca, dentro de nosotros mismos.

-La conciencia, son los ojos de Dios en el individuo.
-Las únicas Leyes elaboradas por Dios, son las que rigen el Universo.

-Las Leyes de Dios, están contenidas en el Código de la Naturaleza.
-Las únicas piedras con que tropieza Dios en la evolución, las pone el hombre.

DEL AMOR
-Dentro del verdadero amor no caben consignas de otra naturaleza, que no sean de la misma clase de amor.

-El amor no es la excepción en las obras de Dios, por lo tanto, nace, crece, vive o muere; en los seres está darle vida o muerte.
-El amor es una flor que brota en el alma; el buen jardinero la goza, el mal jardinero la mata.

-El amor es el espíritu de Dios en el mundo.
-El amor, cuando es sincero, es la más hermosa manifestación, que pone luz, en las vulgaridades de la carne.

-La idealidad de un amor hermoso se desvanece, cuando ya no hay cuidado en poner música en las palabras y suavidad en las caricias que se regalan.
-El verdadero amor termina, donde comienza la tenacidad.

-La naturaleza, en su prodigalidad, nos da la pauta del verdadero amor.

-El único camino que conduce hacia el amor, es el mismo amor, la cosa está en saberlo distinguir de la tenacidad, del amor propio y del interés; el verdadero amor no está contenido en estas manifestaciones.
-El verdadero amor, desairado, se aleja en silencio; el falso amor, el de los propios intereses, exige, suplica y se aferra, como la yedra sobre los muros.

-Retirarse en silencio, tras una derrota de amor, es la consigna del que ama verdaderamente.
-Cuando amamos, nuestra materia se sensibiliza y nos hace más aptos para comprender a Dios.

-El amor es la única cosa que podría limar las asperezas del mundo.
-Amar verdaderamente resulta difícil, tan difícil, como desprenderse del egoísmo en todos sus aspectos.

-Amar significa ser justo en todas las ocasiones y para ser justo verdaderamente, muchas veces hay que obrar contra sí mismo.
-El verdadero amor está muy distante de los vulgares placeres; los subyuga y los emplea únicamente, en su propio engrandecimiento.

-En el verdadero amor casi nada falta; amar con sinceridad es comprender y la compresión todo lo proporciona.
-Las lisonjas y las palabras hermosas, sin amor, son un adorno, con él, una necesidad.

DE LAS VIRTUDES
-Recta percepción y claro razonamiento despiertan las fuerzas morales; mantenerlas, es la verdadera sabiduría.

-La bondad y la abnegación, si no son sinceras, no pasan de ser una momentánea largueza o una soberbia resignación.
-Hay un idioma muy fácil de aprender, pero difícil de practicar: el silencio.

-Despertar la moral es vivir en armonía con Dios y gozar con todo derecho, de la plenitud y atributos que la misma confiere.
-La fe sin razonamientos, es un sentimiento romántico; la verdadera fe proviene del profundo conocimiento de causas. Creer o esperar algo a ciegas, acusa una marcada pereza mental.

-De todos los obsequios que podríamos recibir, ninguno nos sería tan provechoso como una buena amistad pero, como es un obsequio caro, casi nunca lo recibimos.
-La mansedumbre en el individuo es la silenciosa expresión del alma noble. No debe confundirse con la cobardía; esta se manifiesta en una mezquina aceptación y aquella, en generosa comprensión.

-Si pudiéramos autocalificarnos, todos seríamos buenos.
-Hay dos clases de resignación: la que se acepta por miedo a la lucha y la que se acepta por filosófica reflexión; por la primera, pierde el hombre sus posibilidades de triunfo y por la última,  se prepara en silencio para una oportunidad mejor.

-La paciencia es la virtud, madre de las otras virtudes; sin ella no es posible ninguna realización.

-Por mucho que se estudie, por mucho que se trabaje, si no somos pacientes, nada podremos hacer por los demás, ni por nosotros mismos.

-Pacientemente la Naturaleza realiza su obra y pacientemente, es como el hombre puede imitarla.
-La serenidad es el mejor abono, con el cual, todo crece, florece y fructifica.

-No hay mayor virtud, que la virtud de tener virtudes, ni mayor aún, que la virtud de reconocer las virtudes ajenas.
-La honestidad, sencillez, sinceridad y benevolencia, son virtudes que han pasado al desuso… tan viejas son, sin embargo, lucirlas, es vestirse mejor.

-La prudencia es la primera manifestación de la sabiduría.
-La prudencia es la única fuerza que domina al bruto.

Elvira Luisa Rodríguez Araujo

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